[alianza-solidaria - schoenstatt.org] Fwd: ES texto bien completo del Papa Francisco hoy

Maria Fischer maria.fischer at schoenstatt.org
Sat Oct 25 21:58:31 CEST 2014


En el gran gran entusiasmo de haber vivido un momento de  cenaculo con 
Papa Francisco!!!!


_RealAudio <http://media01.radiovaticana.va/audio/ra/00450372.RM>MP3 
<http://media01.radiovaticana.va/audiomp3/00450372.MP3> _ «Hay que 
recuperar muchas cosas en la familia herida de hoy día», dijo el Papa 
Francisco al responder a la primera pregunta en su audiencia al 
Movimiento Católico Internacional de Schoenstatt, cuyo tema era sobre la 
Familia como propuesta viva. Siguiendo la enseñanza de Jesús, «el gran 
maestro de perder el tiempo... Ha perdido el tiempo acompañando, para 
hacer madurar las conciencias, para curar heridas, para enseñar». El 
Obispo de Roma destacó la importancia de la preparación al matrimonio: 
«no se puede preparar novios al matrimonio con dos encuentros, con dos 
conferencias. Eso es un pecado de omisión de nosotros, los pastores y 
los laicos que realmente están interesados en salvar a la familia». Ante 
la cultura del provisorio y ante los dramas familiares que tanto hacen 
sufrir a los hijos, el Santo Padre hizo hincapié en la importancia de 
acompañarlos, con paciencia y cercanía:
*Pregunta: *
ROSA: Santo Padre, La Providencia nos ha regalado la hermosa experiencia 
de acompañar y fortalecer con la espiritualidad de la Alianza a muchos 
matrimonios y familias. Constatamos, al mismo tiempo, que muchos 
cristianos no han tenido la posibilidad de vivir la belleza del 
Sacramento del Matrimonio.
EDUARDO: El Sínodo que acaba de terminar nos ayuda a tomar conciencia de 
que en muchas culturas ya no existe un concepto de familia unívoco. 
También nos ha presentado la urgencia de acompañar a tantos creyentes 
que viven realidades diferentes y también fracturadas. Santo Padre, 
quisiéramos que cuente con nosotros en este camino que se ha iniciado 
con el sínodo.
ROSA: Ante los desafíos de la familia actual, desde su experiencia 
pastoral, ¿qué orientaciones nos quisiera dar para acompañar mejor a 
aquellos hermanos y hermanas que aún no se sienten acogidos en nuestra 
Iglesia, y para acompañar a novios y familias, de manera que lleguen a 
ser “propuesta viva e irresistible” para los que buscan un camino de 
plenitud?
*Repuesta del Papa: *
/«Dentro del problema que ustedes tocan para hacer las preguntas, hay 
una cosa muy triste, muy dolorosa. Pienso que la familia cristiana, la 
familia, el matrimonio, nunca fue tan atacado como ahora. Atacado 
directamente o atacado de hecho. Puede ser que me equivoque. Los 
historiadores de la Iglesia sabrán decirnos, pero que la familia está 
golpeada, que a la familia se la golpea, y a la familia se la bastardea 
como bueno, si es una manera más de asociación, pero se puede llamar 
familia a todo, no. /
/Además, cuánta familia herida, cuánto matrimonio deshecho, cuánto 
relativismo en la concepción del sacramento del matrimonio. En su 
momento ya sea desde el punto de vista sociológico, que ve, desde el 
punto de vista de los valores humanos, como desde el punto de vista del 
sacramento católico, del sacramento cristiano, de una crisis de la 
familia. Crisis porque le pegan de todos lados y queda muy herida./
/Entonces claro, no queda otra que hacer algo. Entonces tu pregunta, 
¿qué podemos hacer?: Sí podemos hacer buenos discursos, declaraciones de 
principios, a veces hay que hacerlo, ¿no cierto?. Las ideas claras. 
Miren esto que ustedes están proponiendo no es matrimonio. Es una 
asociación. Pero no es matrimonio. O sea a veces hay que decir cosas muy 
claras. Y eso hay que decirlo. Pero la pastoral de ayuda solamente en 
este caso tiene que ser cuerpo a cuerpo. O sea acompañar. Y esto 
significa perder el tiempo. El gran maestro de perder el tiempo es 
Jesús, ¿no? Ha perdido el tiempo acompañando, para hacer madurar las 
conciencias, para curar heridas, para enseñar. /
/Acompañar ese hacer camino juntos./
/Evidentemente que se ha devaluado el sacramento del matrimonio y del 
sacramento inconscientemente se fue pasando al rito. La reducción del 
sacramento al rito. Entonces se da que el sacramento bueno es un hecho 
social, sí con, religioso, no cierto, bautizados, pero lo fuerte es lo 
social. Cuántas veces yo he encontrado aquí, en la vida pastoral, ¿no? 
Gente que no, no, y ¿por qué no te casás? Están conviviendo ¿por qué no 
te casás? No, es que… hacer la fiesta, esto, no tenemos dinero. Entonces 
lo social cubre lo principal que es la unión con Dios no./
/En Buenos Aires me acuerdo que unos curas me dieron la idea de hacer el 
matrimonio a cualquier hora. Porque normalmente se hace un jueves, un 
viernes, el matrimonio civil, y el sábado el matrimonio sacramental. Y 
claro no podían hacer frente a los dos actos porque siempre hay algún 
festejo en el primero. Entonces estos curas muy pastores para ayudar a 
esto: “a la hora que quieran”. Terminaba la ceremonia civil, pasaban por 
la parroquia, matrimonio eclesiástico, o sea es un ejemplo de facilitar, 
facilitar la preparación. No se puede preparar novios al matrimonio con 
dos encuentros, con dos conferencias. Eso es un pecado de omisión de 
nosotros, los pastores y los laicos que realmente están interesados en 
salvar a la familia. /
/La preparación al matrimonio tiene que venir de muy lejos. Acompañar 
novios. Acompañar, pero siempre cuerpo a cuerpo y preparar. Saber qué es 
lo que van a hacer. Muchos no saben lo que hacen y se casan sin saber 
qué significa. Las condiciones. Qué prometen. Sí, sí, todo está bien 
pero no han tomado conciencia de que es para siempre. Y esto, ponéle 
encima esta cultura de lo provisorio que estamos viviendo, no sólo en la 
familia, sino también ente los curas, no. /
/Me decía un obispo que se le presentó un muchacho excelente, y que 
quería ser cura pero no más por diez años y después volver… Es la 
cultura del provisorio. Es a tiempo. El “para siempre” es como que se 
olvida. Hay que recuperar muchas cosas en la familia herida de hoy día. 
Muchas cosas. Pero no escandalizarse de nada de lo que sucede en la 
familia. Los dramas familiares, destrucciones de familias, los chicos, no. /
/En el Sínodo un obispo se hizo esta pregunta: ¿somos conscientes 
nosotros los pastores de lo que sufre un chico cuando los papás se 
separan? Son las primeras víctimas. Entonces cómo acompañar a los 
chicos. Cómo ayudar a los padres que se separan a que no usen de rehenes 
a los chicos./
/Cuántas psicologías pseudopatológicas de gente que destruye con la 
lengua a los demás vienen de haber sido educados del papá hablando mal 
de la mamá y de la mamá hablando mal del papá. Son cosas que hay que 
acercarse a cada familia, acompañar, o sea que tengan conciencia de lo 
que hacen y hay situaciones variadas hoy día. ¿No?/
/No se casan, se quedan en su casa. Tienen su novio o su novia pero no 
se casan. Una mamá me decía ¿Padre qué puedo hacer para que mi hijo que 
tiene 32 años se case? Bueno primero que tenga novia, señora. Sí, sí, 
tiene novia pero no se casa. Y bueno señora si tiene novia y no se casa, 
no le planche más las camisas, a ver si así se anima ¿no?/
/Es decir, cuántos hay que no se casan. Conviven totalmente o como yo he 
visto en mi misma familia, convivencias partime. De lunes a jueves con 
mi novia y de viernes a domingo con mi familia. O sea, son nuevas formas 
totalmente destructivas, limitadoras de la grandeza del amor del 
matrimonio. ¿No?/
/Bueno y como eso vemos tanto, convivencias, separaciones, divorcios, 
por eso la clave que puede ayudar es “cuerpo a cuerpo” acompañando, no 
haciendo proselitismo, porque eso no resulta. Acompañarlos. Paciencia, 
paciencia. Y una palabra hoy, una actitud mañana, no sé. Les sugiero eso./
*María Madre y Educadora **_RealAudio 
<http://media01.radiovaticana.va/audio/ra/00450375.RM>MP3 
<http://media01.radiovaticana.va/audiomp3/00450375.MP3> _***
“María es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza del 
Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros. Es la que 
continuamente nos está dando vida. Es Madre de la Iglesia. Es Maternidad”.
Recordando las palabras del Santo Padre en la Exhortación Apostólica 
Evangelii Gaudium cuando afirma que “María es la que sabe transformar 
una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una 
montaña de ternura”, y recordando también que si bien los años de la 
niñez y juventud del P. José Kentenich, estuvieron marcados por la 
ausencia de su padre y las dificultades económicas de su madre, el 
fundador del movimiento Mariano experimentó a la Santísima Virgen no 
sólo como Madre, sino también como Educadora, los representantes del 
movimiento, aludiendo al gran amor de Papa Francisco a la Virgen María, 
le pidieron que les hablara de su visión sobre la misión de María en la 
Nueva Evangelización y en la renovación de la Iglesia. “Madre” – dijo 
Francisco. María es “Madre no sólo que nos da la vida sino que nos educa 
en la fe. Es distinto buscar crecer en la fe sin la ayuda de María. Es 
otra cosa. Es como crecer en la fe sí, pero en la Iglesia orfanato. Una 
Iglesia sin María es un orfanato” porque “María es la que ayuda a bajar 
a Jesús. Lo trae del cielo a convivir con nosotros”.
*Respuesta del Papa: *
/“Bueno, la verdad que María es la que sabe transformar una cueva de 
animales en casa de Jesús con unos pocos trapos y una montaña de 
ternura. Y es capaz también de hacer saltar un chico en el seno de su 
madre como escuchamos en el Evangelio. Ella es capaz de darnos la 
alegría de Jesús. María es fundamentalmente Madre. Bueno sí, Madre es 
poca cosa, no, María es Reina, es Señora. No. Pará: María es Madre. ¿Por 
qué? Porque te trajo a Jesús. /

/Voy a contar una anécdota muy dolorosa para mí. Habrá sido por los años 
80. En Bélgica, había ido por una reunión y, católicos buenos. 
Trabajadores. Y me invitó a cenar un matrimonio. Varios hijos. 
Católicos. Pero que, eran profesores de teología, y estudiaban mucho, 
¿no? Y de tanto estudiar, no sé, tenían un poquito de fiebre en la 
cabeza. Y entonces, en un momento de la conversación hablaban de Jesús. 
Muy bien. Verdaderamente una teología, una cristología muy bien hecha. Y 
al terminar me dicen y bueno nosotros ya conociendo a Jesús así no 
necesitamos a María. Por eso no tenemos devoción mariana. Yo me quedé 
helado. Es decir, me quedé triste, mal. Es decir, cómo el demonio bajo 
una forma de “mejor”, quita lo mejor, ¿no? Pablo dice que nos tienda 
bajo ángel de luz, ¿no? Y es una Madre, una María sin maternidad. María 
es Madre. Primero. No se puede concebir ningún otro título de María que 
no sea “la Madre”.
/
/Ella es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza del 
Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros. Es la que 
continuamente nos está dando vida. Es Madre de la Iglesia. Es maternidad./

/No tenemos derecho, y si lo hacemos estamos equivocados, a tener 
psicología de huérfanos. O sea, el cristiano no tiene derecho “a ser 
huérfano”. Tiene Madre. Tenemos Madre./

/Un anciano predicador con mucha “chispa”, hablando con estos de 
psicología de huérfanos terminó su sermón diciendo: “¡Bueno y el que no 
quiera a María como Madre la va a tener como suegra!”./

/Madre. Es Madre no sólo que nos da la vida sino que nos educa en la fe. 
Es distinto buscar crecer en la fe sin la ayuda de María. Es otra cosa. 
Es como crecer en la fe sí, pero en la Iglesia orfanato. Una Iglesia sin 
María es un orfanato. ¡Eh! Entonces Ella educa nos hace crecer, nos 
acompaña, toca las conciencias. Cómo sabe tocar las conciencias, para el 
arrepentimiento./

/A mí me gusta, todavía ahora lo hago, cuando tengo un rato de tiempo, 
leer las historias que San Alfonso María de Ligorio, son cosas de otro 
tiempo, el modo de redactar, pero son verdad. Cuenta después de cada 
capítulo, una historia edificante de cómo María… /

/En el sur de Italia, no sé si en Calabria o en Sicilia, está la 
devoción a la Virgen de los mandarinos. En una zona donde hay mucha 
mandarina ¿no? Y son devotos de la Virgen de los mandarinos los 
granujas, ¿no? , los ladrones, estos son devotos. Y cuentan que la 
Virgen de los mandarinos los quiere, y le rezan porque cuando lleguen al 
cielo, Ella está mirando la cola de la gente que llega ¿no? y cuando los 
ve a algunos de ellos “les hace así” con la mano y les dice que no 
pasen, que se escondan. Y a la noche cuando está todo oscuro y no está 
San Pedro les abre la puerta. /

/O sea es una manera muy folclórica y muy popular de una verdad muy 
grande, ¿no? De una teología muy grande. Una Madre cuida a su hijo hasta 
el fin y trata de salvarle la vida hasta el fin./

/De ahí la tesis de San Alfonso María de Ligorio que un devoto de María 
no se condena, ¿no? Pero esa es la última, ¿no?/

/O sea, durante toda la vida sabe tocar las conciencias. Sabe tocar las 
conciencias. Te acompaña en eso. Nos ayuda. María es la que ayuda a 
bajar a Jesús. En el abajamiento de Jesús. Lo trae del cielo a convivir 
con nosotros. Y es la que mira, cuida, avisa. Está. /

/Y, hay una cosa que a mí me llega mucho. La primera antífona mariana de 
Occidente es copiada de una de Oriente que dice “Bajo tu amparo nos 
acogemos Santa Madre de Dios”. Es la primera, la más antigua de 
Occidente. Pero eso viene de una tradición vieja, que los místicos 
rusos, los monjes rusos explicitan así: en el momento, en los momentos 
de turbulencia espiritual, no queda otra que acogerse bajo el manto de 
la Santa Madre de Dios. Es la que protege, la que defiende./

/Acordémonos del Apocalipsis, la que sale con el chico en brazos 
corriendo para que el dragón no devore al chico. Por más que conozcamos 
a Jesús, nadie puede decir que es tan maduro como para prescindir de 
María. Nadie puede prescindir de su madre. /

/Nosotros los argentinos…, nosotros los argentinos cuando encontramos 
una persona que tiene huellas de maldad o de mal comportamiento, y un 
poco por carencia, porque no la quiere, o porque la abandonó, el cariño 
de su madre, tenemos una palabra fuerte que no es mala palabra, es un 
adjetivo fuerte, y le decimos esta persona es un “huacho”. /

/El cristiano no puede “ahuacharse” porque tiene a María como Madre”./

*Testimonio, Misión, Oración *
(RV).- Los jóvenes en Schoenstatt identificados por el espíritu 
misionero que los moviliza a vivir y dar testimonio de la fe, movidos 
por la inquietud que les surge porque, con frecuencia – dijeron - se 
encuentran con jóvenes que “aún si se los ve felices, incluso viviendo 
solidariamente ayudando a los demás”, “no viven contentos”, “no tienen 
la experiencia del encuentro con Cristo y no sienten la necesidad de la 
fe”, le pidieron al Santo Padre que los aconsejara para invitar a los 
amigos a compartir una vida más plena con Cristo. Tres palabras les dejó 
el Papa: Testimonio, Misión, Oración. Citando al Papa Emérito Benedicto 
XVI, el Santo Padre señaló que la Iglesia no crece por proselitismo, 
sino por atracción: es la atracción la que da el testimonio. Y ese 
testimonio, agregó, tiene que tener la capacidad de movernos, de 
hacernos salir, de ir en misión, porque “una Iglesia o un movimiento, 
una comunidad cerrada, se enferma”. Pero para todo esto, puso en guardia 
Francisco, es necesaria ante todo la oración: “Nadie puede decir 
‘Jesucristo es el Señor’ si el Espíritu Santo no lo inspira. Y para ello 
es necesaria la oración”.
Por último el Pontífice alertó a los jóvenes sobre la tentación del 
cansancio, porque detrás de ésta, dijo, “se esconde el egoísmo, y, en 
última instancia, el espíritu mundano”. “Abran la boca a tiempo”, 
exhortó. “Pidan consejo a tiempo”.
(GM – RV)
*Respuesta del Papa: **_RealAudio 
<http://media01.radiovaticana.va/audio/ra/00450377.RM>MP3 
<http://media01.radiovaticana.va/audiomp3/00450377.MP3> _**
*
/“Parto de una frase de Papa Benedicto XVI. La Iglesia no crece por 
proselitismo sino por atracción… La atracción la da el testimonio. 
Consejo primero: testimonio. O sea, vivir de tal manera que otros tengan 
ganas de vivir. Como nosotros. Testimonio. No hay otro. No hay otro./
/Vivir de tal manera que otros se interesen en preguntar ¿por qué? El 
testimonio. El camino del testimonio. Que de eso no hay nada que lo 
supla. Testimonio en todo. Nosotros no somos salvadores de nadie. Somos 
transmisores de alguien que nos salvó a todos. Y eso solamente lo 
podemos transmitir si asumimos en nuestra vida en nuestra carne, en 
nuestra historia, la vida de ese alguien que se llama Jesús. O sea 
testimonio. Testimonio./
/Y esto no sólo en las obras de caridad. Por supuesto hay que hacerlas 
porque el protocolo con el cual nos van a juzgar a todos está en Mateo 
25 ¿no cierto? Bueno entonces sí, testimonio en las obras de caridad, 
etc. ¿No? En el trabajo de promoción, de educación, de hacer cosas por 
los demás. /
/No sólo eso no. Sino testimonio de vida. ¿Cómo vivo yo? ¿Tengo doble 
vida? Es decir ¿me proclamo cristiano y vivo como pagano? La mundanidad 
espiritual, el espíritu del mundo que Jesús condena tanto. Basta leer el 
Evangelio de Juan, como es repetitivo en eso./
/¿Yo lo comparto más o menos con mi fe cristiana? ¿Mitad y mitad? El 
testimonio te tiene que agarrar todo. ¿No? Es una opción de vida. O sea, 
perdón, yo testimonio porque esa es la consecuencia de una opción de 
vida. Así es que eso es el primer paso. Sin testimonio no podés ayudar a 
ningún joven ni a ningún viejo. ¡A nadie! Y, evidentemente que todos 
flaqueamos, que todos somos débiles, que todos tenemos problemas y no 
siempre damos un buen testimonio. Pero la capacidad de humillarnos 
dentro, la capacidad de pedir perdón cuando nuestro testimonio no es el 
que debe ser. /
/Y un testimonio que también tenga dentro la capacidad de movernos, de 
hacernos salir, de ir en misión, que no es ir a hacer proselitismo. Es 
ir a ayudar, a compartir, y que vean cómo lo hacemos y qué hacemos./
/Yo me repito mucho en esto. Una Iglesia que no sale es una Iglesia “de 
exquisitos”. Un movimiento eclesial que no sale en misión, es un 
movimiento “de exquisitos”. Y a lo más, en vez de ir a buscar ovejas 
para traer, o ayudar o dar testimonio, se dedican al grupito, a peinar 
ovejas. ¿No? Son peluqueros espirituales. ¿No? Eso no va./
/O sea salir, salir de nosotros mismos. Una Iglesia o un movimiento, una 
comunidad cerrada se enferma. Tiene todas las enfermedades de la 
cerrazón. Un movimiento, una Iglesia, una comunidad que sale se 
equivoca, se equivoca. Pero es tan lindo pedir perdón cuando uno se 
equivoca. Así que no tengan miedo. Salir en misión. Salir en camino. 
Somos caminantes. Pero cuidado, santa Teresa lo avisaba, por ahí en el 
camino, nos gusta un lindo lugar y nos quedamos ahí, ¿no? Nos olvidamos 
que tenemos que seguir para allá. No quedarnos. Descansar sí, pero 
después seguir caminando y caminantes, no errantes. Porque se sale para 
dar algo. Se dale en misión. Pero no se sale para dar vueltas sobre uno 
mismo, ¿no?, dentro de un laberinto que ni nosotros mismos podemos 
comprender. Caminantes y no errantes./
/Y ahí sí, con la misión, la oración. Nadie puede decir “Jesucristo es 
el Señor” si el Espíritu Santo no te lo inspira. Y para eso tenés que 
rezar. Tenés que reconocer que tenés al Espíritu Santo adentro que y que 
es el mismo Espíritu Santo el que te da fuerza para ir adelante, ¿no?/
/Oración. No dejar la oración. Y la oración a la Virgen que es una de 
las cosas que en la confesión yo suelo preguntar. Bueno ¿cómo va tu 
relación con la Virgen? Rosario. Pero la oración. Volvemos a lo que dije 
antes de la Madre. Para que la Madre me acompañe, me busque, me diga 
dónde falta el vino, etc., esas cosas que hace ella. Oración, misión, 
salir./
/Y una cosa que ustedes los jóvenes van a tener: la tentación del 
cansancio. O porque no ves los resultados, o porque bueno el espectáculo 
se acabó y ya está muy aburrido, y voy a buscar otra cosa. En eso, en el 
primer síntoma de cansancio que encuentren, cansancio del camino, pero 
de cualquier forma, abran la boca a tiempo. Pidan consejo a tiempo. Me 
está pasando esto. Salí “en cuarta” y ahora “estoy marcha atrás”. Pero 
la tentación del cansancio es muy sutil. Porque detrás de la tentación 
del cansancio de salir a la misión, se esconde el egoísmo. Y se esconde, 
en última instancia, el espíritu mundano, ¿no?, volver a la comodidad, 
al estar bien, a pasarla bien o como quieran. /
/Así es que yo te diría: testimonio, para que la luz brille, que no esté 
escondida debajo de la cama, ¿no?, que brille la luz, y vean las obras 
buenas que hace el Padre a través de nosotros, obviamente, ¿no? 
Testimonio. Para que pregunten por qué vivís así, coherencia de vida 
caminar, caminantes no errantes y cuidarse de la tentación del 
cansancio. No se me ocurre otra cosa, no cierto. ¿Qué consejo nos da 
para invitar a nuestros amigos a compartir una vida más plena en Cristo?/
/Creo que con eso basta, ¿no?”/
*La mano en el pulso del tiempo, y el oído en el corazón de Dios *
(RV).-El movimiento de Schoenstatt nace en el contexto de la primera 
guerra mundial. Desde ese momento el padre fundador invita a tener “la 
mano en el pulso del tiempo, y el oído en el corazón de Dios”, 
escuchando en los momentos luminosos y también en los más oscuros, esa 
voz de Dios que llama a colaborar en la realización de su proyecto de 
amor. Los representantes del movimiento de Schoenstatt, indicando que en 
el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, nos vuelve a 
sorprender la amenaza del odio y la división, piden al Santo Padre 
compartir con ellos un secreto: sería el de cómo mantener la alegría y 
la esperanza a pesar de las dificultades y las guerras de nuestro 
tiempo, y cómo perseverar en el servicio al enfermo, al pobre, y al 
desamparado.
La oración y el abandono en los brazos del Padre son los primeros 
‘secretos’ que Papa Francisco confía. La confianza en que el Señor no 
nos abandona, y también, el coraje: coraje para ir hacia adelante y 
aguante para soportar el peso del trabajo. Y a este punto Francisco hace 
un anotación: este ‘coraje’ y este ‘aguante’ que se da en la vida 
apostólica debe darse también en la oración. Rezar con coraje porque 
como dijo Jesús, “todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo 
concederá” (Jn. 15, 16). Y luego, señaló el Obispo de Roma, el 
‘aguante’, cuando “el Señor hace pasar la prueba del rechazo”.
En todo esto ayuda, “no mirar las cosas desde el centro” porque el único 
centro “es Jesucristo”. Ayuda la mirada amplia y clara que se da sólo 
cuando no se miran las cosas desde el centro, sino desde las periferias.
*Repuesta del Papa: **_RealAudio 
<http://media01.radiovaticana.va/audio/ra/00450379.RM>MP3 
<http://media01.radiovaticana.va/audiomp3/00450379.MP3> _**
*
/“ Bueno no tengo la más pálida idea pero no importa… Un poco por 
personalidad, yo diría que soy medio inconsciente, ¿no? Entonces la 
inconsciencia lleva a veces a ser temerario, pero no sé explicar eso que 
usted me pregunta. /
/Eh, no sé sinceramente, ¿no? Eh, rezo y me abandono. Pero me cuesta 
hacer planes. No sé. Esas dos cosas me atrevo a decir, ¿no? Que el Señor 
me dio la gracia de tener una gran confianza. De abandonarme a su 
bondad. Incluso en los momentos de mucho pecado, ¿no? Y como Él no me 
abandonó, entonces es como que eso me hace más confianzudo, ¿no? Y 
entonces ir adelante con Él. Tengo mucha confianza. Yo sé que Él no me 
va a abandonar. Y rezo, ¿no? Eso sí, pido. Porque también soy consciente 
que de tantas cosas malas y de tantas “macanas” que hice, eh, cuando no 
me abandoné y quise yo controlar el timón, ¿no? Quise entrar en ese 
camino tan “embromado” que es el auto salvarse, ¿no?, es decir, no yo me 
salvo cumpliendo, con el cumplimiento, “cumplo y miento”, cumplimiento, 
¿no? El cumplimiento, ¿no?, que era la salvación de los Doctores de la 
Ley, de los saduceos, de esa gente que le hacía la vida imposible a 
Jesús, ¿no? Pero no sé. Sinceramente, en serio, no sabría explicarlo. Me 
abandono rezo. Pero nunca me falla eh. Él no falla. Él no falla. Y he 
visto que Él es capaz, a través, no digo a través mío, sino a través de 
la gente de hacer milagros. Yo he visto milagros que el Señor hace a 
través de la gente que va por este camino de abandonarse en sus manos, 
¿no? /
/Una cosa que también diría, cuando dije que soy un poco inconsciente, 
¿no? La audacia. ¿No? La audacia es una gracia. El coraje. San Pablo 
decía dos grandes actitudes que tiene que tener el cristiano para 
predicar a Jesucristo: el coraje y el aguante, ¿no? O sea el coraje de 
ir adelante y el aguante de soportar el peso del trabajo. Ahora es 
curioso. Esto que se da en la vida apostólica debe, debe ¡eh!, darse en 
la oración también. O sea una oración sin coraje es una oración 
“chirle”, que no sirve. /
/Acordémonos de Abrahán cuando, como buen judío, le regatea a Dios. Que 
si son 45, que si son 40, que si son 30, que si son 20. O sea es 
“caradura”. Él tiene coraje en la oración./
/Acordémonos de Moisés cuando Dios le dice “mirá a este pueblo yo no lo 
aguanto más, lo voy a destruir, pero quedáte tranquilo que a vos te voy 
a hacer líder de otro pueblo mejor”. /
/“No, no, si borrás a este pueblo, me borrás a mí también”. ¡Coraje eh! 
En la oración con coraje. Rezar con coraje. “Todo lo que ustedes pidan 
en mi nombre, si lo piden con fe, y creen que lo tienen, ya lo tienen”. 
¿Quién reza así? ¡Somos flojos! El coraje, ¿no? Y después el aguante. 
Aguantar las contradicciones, no cierto. Aguantar los fracasos en la 
vida. Los dolores, las enfermedades, no sé, las situaciones duras de la 
vida, ¿no?
//A mí me impresionó que el Padre Superior General de ustedes, o 
Director General haya hecho referencia a la incomprensión que tuvo que 
padecer el Padre Kentenich y al rechazo, ¿no? Ese es signo de que un 
cristiano va adelante. Cuando el Señor le hace pasar la prueba del 
rechazo. Porque es el signo de los Profetas, los falsos profetas nunca 
fueron rechazados, porque les decían a los reyes o a la gente lo que 
querían escuchar. Así que todo “ah qué lindo”, ¿no? Y nada más. No. El 
rechazo, ¿no?/
/Ahí está el aguante. Aguantar en la vida hasta ser dejado de lado, 
rechazado, sin vengarse con la lengua, la calumnia, la difamación. Y 
después una cosa que es inevitable, no ver, un poco para… o sea vos me 
preguntabas cuál era mi secreto, no sé, pero a mí me ayuda no mirar las 
cosas desde el centro, ¿no?/
/Hay un solo centro. Es Jesucristo. Sino mirar las cosas desde las 
periferias, ¿no? Porque se ven más, más claras, ¿no?/
/Cuando uno se va encerrando en el pequeño mundito, el mundito del 
movimiento, de la parroquia, del arzobispado, o acá, el mundito de la 
Curia, entonces no se capta la verdad. Sí se la capta quizás en teoría, 
pero no se capta la realidad de la verdad en Jesús, ¿no? Entonces la 
verdad se capta mejor desde la periferia que desde el centro, ¿no? Eso a 
mí me ayuda. /
/No sé si es mi secreto o no, pero ciertamente… Me acuerdo cómo cambió 
la concepción, la cosmovisión del mundo, desde Magallanes en adelante, o 
sea una cosa era ver el mundo desde Madrid, o Lisboa, y otra cosa era 
verlo desde allá, desde el Estrecho de Magallanes. Ahí empezaron a 
entender otra cosa, ¿no?/
/Esas revoluciones que hacen entender la realidad de otro lado. Lo mismo 
pasa con nosotros, si nos quedamos encerrados en nuestro mundito, que 
nos defiende y todo, bueno, no terminamos de entender, ¿no? Y no 
terminamos de saber cuál es la verdadera situación de una verdad. /
/Me decía en estos días, que hubo un gran encuentro acá de penalistas, 
mundial, ¿no? Uno de ellos, hablando de experiencias, en privado 
estábamos hablando en ese momento, me decía “y a veces me sucede Padre, 
cuando voy a la cárcel, “de llorar” junto con un preso./
/Entonces ahí tenés un ejemplo. O sea, él ve la realidad, ¿no?, del 
derecho, de lo que tiene que juzgar, como juez penalista, sino desde la 
llaga que está allá y esta verdad la ve allá, la ve mejor y para mí es 
una de las cosa más lindas de estos días, que un juez te diga que tuvo 
la gracia, tiene la gracia a veces de llorar con un preso, ¿no? O sea ir 
a la periferia, ¿no cierto? /
/Entonces yo te diría: Una sana inconciencia, o sea que Dios hace las 
cosas, rezar y abandonarse. Coraje y aguante y salir a la periferia. No 
sé si ese es mi secreto. Pero es lo que se me ocurre decirte de lo que a 
mí me pasa”./
(GM RV)
*IGLESIA: DILEXIT ECCLESIAM - Epitafio sobre la tumba del P. José 
Kentenich - *
«Renovación de la Iglesia. Uno piensa en la gran revolución, ¿no? Alguno 
por ahí dice “el Papa revolucionario”, todas esas historias, ¿no? Pero 
es la frase quizá de las más antiguas de la Eclesiología», así empieza 
la quinta respuesta del Santo Padre, en la que alentó a la cultura del 
encuentro, que es cultura de la alianza. _RealAudio 
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<http://media01.radiovaticana.va/audiomp3/00450383.MP3> _
GRACIELA: Santo Padre, hemos peregrinado como Familia de Schoenstatt 
desde nuestros Santuarios. Representamos a quienes están espiritualmente 
presentes desde nuestros países, y tienen el corazón y la mente puestos 
en el encuentro con Usted. Asimismo, nos alegramos de estar acompañados 
por representantes de otros carismas. También ellos nos han inspirado. 
La diversidad y la riqueza de la Iglesia, frutos del Espíritu de Dios, 
se hacen visibles en este lugar.
BELTRAN: En la Iglesia nos encontramos con Jesús, que nos invita a la 
comunión para construir juntos el Reino de Dios. El mundo necesita 
signos de unidad, de generosidad y de voluntades puestas al servicio del 
prójimo.
GRACIELA: Hoy nuestra Familia de Schoenstatt quiere escucharlo a Usted. 
¿Cómo podemos ayudarlo más en la renovación de la Iglesia, y dónde nos 
sugiere poner los acentos de nuestra acción evangelizadora en esta nueva 
etapa de nuestra Familia?
*Repuesta del Papa:*
/Renovación de la Iglesia. Uno piensa en la gran revolución, ¿no? Alguno 
por ahí dice “el Papa revolucionario”, todas esas historias, ¿no? Pero 
es la frase quizá de las más antiguas de la Eclesiología. Los latinos, 
los Padres latinos, decían Ecclesia Semper renovanda. La Iglesia tiene 
que renovarse continuamente. Esto es desde los primeros siglos de la 
Iglesia. Y luchaban por eso, para…, los santos hicieron lo mismo, o sea 
los que llevan adelante la Iglesia son los santos. Que son aquellos que 
fueron capaces de renovar su santidad, y renovar a través de su 
santidad, renovar a la Iglesia, ¿no? Ellos son los que llevan adelante 
la Iglesia. /
/O sea que como primero, como el primer favor que les pido, como ayuda, 
es la santidad. Santidad. No tener miedo a la vida de santidad. Eso es 
renovar la Iglesia. Renovar la Iglesia no es principalmente hacer un 
cambio aquí, un cambio allá. Hay que hacerlo porque la vida siempre 
cambia, y hay que adaptarse. Pero esa no es la renovación, ¿no?/

/Acá mismo, es público, por eso me atrevo a decirlo, hay que renovar la 
Curia, se está renovando la Curia, el Banco del Vaticano, hay que 
renovarlo. Todas son renovaciones de afuera. Esas que dicen los diarios. 
Es curioso. Ninguno habla de la renovación del corazón. No entienden 
nada de lo que es renovar la Iglesia. Esa la santidad. Renovar el 
corazón de cada uno. /

/Otra cosa que me ayuda, que fue tu pregunta, la libertad de espíritu. 
En la medida en que uno reza más y deja que el Espíritu Santo actúe va 
adquiriendo esa santa libertad de espíritu, que lo lleva a hacer cosas 
que dan un fruto enorme, ¿no? Libertad de espíritu. Que no es lo mismo 
que relajo, no, no. No es vaga, pero da lo mismo. No, no. Libertad de 
espíritu supone fidelidad, , ¿no? y supone oración, ¿no? /

/Cuando uno no ora no tiene esa libertad. O sea el que reza tiene 
libertad de espíritu. Es capaz de hacer “barbaridades” en el buen 
sentido de la palabra. ¿Y cómo se te ocurrió hacer eso? ¡Qué bien que te 
salió! Y yo que sé, recé y se me ocurrió. Libertad de espíritu, ¿no?/

/No encapsularse en, solamente - digo encapsularse, hay que entenderlo 
bien - en directivas, o cosas que nos aprisionan, ¿no? Volvemos otra vez 
a la caricatura de los Doctores de la Ley, ¿no?, que por ser tan 
exactos, tan exactos, en el cumplimiento de los diez mandamientos habían 
inventado otros 600. No eso no ayuda. No eso te lleva a encerrarte a 
encapsularte, ¿no cierto? /

/Cuando el apóstol planifica, y acá todo algo que quizá a algunos de 
ustedes no les guste, pero yo lo digo, ¿no cierto? Cuando el apóstol 
cree que haciendo una buena planificación las cosas van adelante, se 
equivoca. Es un funcionalista. Eso lo tiene que hacer un empresario, y 
todo. /

/Nosotros tenemos que usar esas cosas, sí. Pero no son la prioridad, 
sino al servicio de otro, de la libertad de espíritu, de la oración, de 
la vocación, del celo apostólico, del salir, ¿no? O sea, el 
funcionalismo, “ojo”, ¿no? /

/A veces yo veo en algunas Conferencias Episcopales o en algunos 
obispados que tienen encargados para cualquier cosa, ¿no? Para todo, 
¿no? No se escapa nada, ¿no? Y todo funcional, todo bien arreglado. Pero 
faltan a veces cosas o hacen la mitad de lo que podrían hacer con menos 
funcionalismo y más celo apostólico, más libertad interior, más oración, 
o sea esa libertad interior, ¿no?, ese coraje de salir adelante, ¿no? Eso./

/Esto del funcionalismo, para que no haya dudas, lo expliqué bien en 
Evangelii Gaudium. Pueden fijarse ahí lo que quise decir. /

/¿Cuándo un camino, una ayuda, no cierto, es verdadero? Cuando se 
descentra. El centro es uno solo: Jesucristo. Cuando yo pongo en el 
centro mis métodos pastorales, mi camino pastoral, mi modo de actuar y 
todo, descentro a Jesucristo. Toda espiritualidad, todo carisma, en la 
Iglesia desde el más variado a los más ricos, tiene que ser descentrado. 
En el centro está el Señor./

/Por eso fíjense, cuando Pablo en la Primera Carta a los Corintios habla 
de los carismas, esas cosas tan lindas, del cuerpo de la Iglesia, cada 
cual con su carisma, ¿cómo termina? Pero les voy a explicar algo mejor. 
Y termina hablando del amor. Es decir, de aquello que viene bien de 
Dios, ¿no? Lo más propio de Dios y que nos enseña a imitarlo a él. Por 
eso no se olviden esto. Y háganse mucho la pregunta. ¿Yo soy un 
descentrado, en este sentido, o estoy en el centro, como persona o como 
movimiento, como carisma? O sea lo que en castellano, perdón que hablo 
mi lengua porteña, en mi castellano porteño llamamos “figuretti”, ¿no?, 
es decir, el centro, el centro, es sólo Jesús. Siempre el apóstol es un 
descentrado. Porque el servidor está al servicio del centro, ¿no? El 
carisma descentrado no dice nosotros. Nosotros, o yo. Dice Jesús. Y Yo. 
Jesús y yo. Jesús me pide. Tengo que hacer esto por Jesús. O sea siempre 
en el centro. Está orbitando en la persona de Jesús, ¿no? No se olviden. 
Un movimiento, un carisma, necesariamente tiene que ser descentrado. 
Después una cosa que hoy día se nos pide y se hizo referencia cuando 
hablamos de las guerras. Somos. Hoy día estamos sufriendo desencuentros 
cada vez más grandes, ¿no? Y con la clave del desencuentro podemos 
releer todas las preguntas que hicieron ustedes. /

/Desencuentros familiares, desencuentros testimoniales, desencuentros en 
el anuncio de la Palabra, y del mensaje, desencuentros de guerras, 
desencuentros de familias, o sea el desencuentro, la división, es el 
arma que el demonio tiene. Y entre paréntesis les digo que el demonio 
existe. Por si alguno tiene dudas, ¿no? Existe y se las trae. Existe y 
se las trae./


/Y el camino es el desencuentro que lleva a la pelea, la enemistad. 
Babel, ¿no? Así como la Iglesia es ese templo de piedras vivas, que 
edifica el Espíritu Santo, el demonio edifica ese otro templo de la 
soberbia, del orgullo, que desencuentra, porque cada cual no se 
entiende, porque habla cosas distintas, que es Babel, ¿no? /

/De ahí que tenemos que trabajar por una cultura del encuentro. Una 
cultura que nos ayude a encontrarnos como familia, como movimiento, como 
Iglesia, como parroquia. Siempre buscar cómo encontrarse. /

/Yo les recomiendo, sería una cosa linda si la pudieran hacer, en estos 
días, eh, sino se les va de la cabeza, se olvidan: Que agarren en el 
libro del Génesis la historia de José, ¿no? de José y sus hermanos. Como 
toda esa historia dolorosa, de traición, de envidia, de desencuentro 
termina en una historia de encuentro que da lugar a que el pueblo por 
400 años crezca y se fortalezca. Ese pueblo elegido por Dios, ¿no? 
Cultura del encuentro. /

/Léanse la historia de José, que son varios capítulos del Génesis. Les 
va a hacer bien para ver qué es lo que se quiere decir con esto, ¿no? 
Cultura del encuentro es cultura de la alianza. O sea Dios nos eligió, 
nos prometió, y en el medio hizo una alianza con su pueblo. /

/A Abrahán le dice “caminá que yo te voy a decir lo que te voy a dar”. Y 
poco a poco le va diciendo que la descendencia que va a tener va a ser 
como las estrellas del cielo. La promesa. Lo elige con una promesa. 
Llegado un momento le dice: “bueno ahora alianza”. Y las diversas 
alianzas que va haciendo con su pueblo son las que consolidan ese camino 
de promesa y con el encuentro. /
/Cultura del encuentro es cultura de la alianza. Y eso crea solidaridad. 
Solidaridad eclesial. Ustedes saben que es una de las palabras que está 
en riesgo. Así como todos los años o cada tres años la Real Academia 
española se reúne para ver las nuevas palabras que se van creando porque 
somos una lengua viva, sucede con todas las lenguas vivas, así también 
algunas van desapareciendo, porque son lenguas muertas, es decir, 
mueren. Y ya no se usan. Y siendo una lengua viva tiene palabras 
muertas, ¿no? La que está a punto de morir, o porque la quieren matar, 
la quieren borrar del diccionario, es la palabra “solidaridad”, ¿no? Y 
alianza significa solidaridad. Significa creación de destrucción de 
vínculos. No destrucción de vínculos. Y hoy día estamos viviendo en esta 
cultura, en esta cultura del provisorio, que es una cultura de 
destrucción de vínculos./

/Lo que hablamos de los problemas de la familia, por ejemplo. Se 
destruyen los vínculos, en vez de crear vínculos. ¿Por qué? Porque 
estamos viviendo la cultura del provisorio, del desencuentro, de la 
incapacidad de hacer alianza, ¿no?/

/Entonces cultura del encuentro, que eso hace una unidad que no es 
mentirosa y es la unidad de la santidad,, ¿no?, que lleva a la cultura 
del encuentro. /

/Y quizás quiero terminar con esto… En el pueblo elegido, en la Biblia, 
renovar la alianza, hacer la renovación de la alianza, se renovaba la 
alianza en tales fiestas, en tales años, o después de haber ganado una 
batalla, después de haber sido liberados y, venido Jesús, nos pide 
renovar la alianza, ¿no cierto? Y Él mismo participa de esa renovación 
en la Eucaristía./

/O sea, cuando celebramos la Eucaristía celebramos la renovación de la 
alianza. No sólo miméticamente, ¿no? Sino de una manera muy honda, muy 
real, muy profunda. Es la misma presencia de Dios que renueva la alianza 
con nosotros. Pero también no lo solemos decir porque se nos va de la 
cabeza o porque no está tan de moda, la renovación de la alianza en el 
sacramento de la Reconciliación. /

/Eso no lo olviden nunca. No lo olviden nunca. Cuando no me confieso 
porque no se me ocurre qué decirle al cura, algo anda mal. Porque no 
tenemos luz interior para descubrir la acción del mal espíritu que nos 
daña, ¿no? O sea esa renovación de la alianza en la Eucaristía y en el 
sacramento de la Penitencia, de la Reconciliación nos va llevando a la 
santidad siempre con esta cultura del encuentro, con esta solidaridad, 
con esta creación de vínculos./

/Y esto es lo que les deseo a ustedes, ¿no cierto? Que en este mundo de 
desencuentros, de difamaciones, calumnias, destrucciones con la lengua, 
todo eso, lleven ustedes adelante esta cultura del encuentro renovando 
la alianza. Y claro nadie puede ser educado solo. Necesita que la Madre 
lo eduque. Así que los encomiendo a todos ustedes a la Madre para que 
los siga haciendo caminar adelante en esta renovación de la alianza. 
Gracias./
(Transcripción de María Fernanda Bernasconi)
(CdM - RV)







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