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Queridos amigos, colaboradores de schoenstatt.org:<br>
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Lo que nuestro Santao Padre Francisco dijo esta mañana -
aniversario del encuentro historico del Padre Kentenich con Pablo
VI - en su encuentro con los responsables de la curia, esta ya
viral en las redes sociales y en los medios de comunicación de
tantos paises. En medio de la lluvia habitual de postales y
saludos navideños dulces... palabras claras, francas, directas,
invitando a un examen de conciencia antes de la Navidad, frente
del pesebre del Niño a nacer en la pobreza de Belén. Regalo de
Navidad para todos con corazón de pastores, de "María", de
"dilexit ecclesiam". Pues el Sto. Padre nombra de las
“enfermedades” que impiden que la curia, sus colaboradores
directos en el gobierno de la Iglesia, sean “un cuerpo mas vivo,
mas sano y armonioso y mas unido entre sí y con Cristo”. <br>
Su mensaje sale justamente en el momento cuando el librito con su
mensaje de la audiencia fue imprimido... y es más que
coincidencia, pues mucho de lo que dijo a la Curia nos dijo a
nosotros tambien, no porque seamos curiales, sino porque estas
"enfermedades y tentaciones son naturalmente un peligro para cada
cristiano y cada curia, comunidad, congregación, parroquia,
movimiento eclesial y pueden golpear a nivel individual y
comunitario”. El Santo Padre dice lo que dice no para analisar, ni
para acusar, sino para despertar... y curar, y seguro que busca
aliados en el servicio a la iglesia.<br>
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<div class="">El Papa tuvo esta mañana en la Sala Clementina el
encuentro anual con la Curia Romana para intercambiar las
felicitaciones navideñas con los miembros de los diversos
dicasterios, consejos, oficinas, tribunales y comisiones que
la componen. ''Es hermoso -dijo- pensar en la Curia Romana
como en un pequeño modelo de la Iglesia, es decir como un
cuerpo que intenta día tras día ser más vivo, más sano y
armonioso y más unido entre sí y con Cristo''.
<div class="vis_5f_normale">''La Curia está siempre llamada a
mejorar y crecer en comunión, santidad y sabiduría para
realizar plenamente su misión. Y sin embargo, como cada
cuerpo, también está expuesta a las enfermedades... Me
gustaría mencionar algunas de las más frecuentes en nuestras
vidas de curia. Son enfermedades y tentaciones que debilitan
nuestro servicio al Señor'', prosiguió el Pontífice que tras
haber invitado a todos a un examen de conciencia para
prepararse a la Navidad, enumeró las ''enfermedades''
curiales:<br>
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<br>
<ol>
<li><b>''La enfermedad de sentirse "inmortal", "inmune" o
incluso "indispensable"</b>, dejando de lado los
controles necesarios y normales. Una Curia que no es
autocrítica, que no se actualiza, que no intenta mejorarse
es un cuerpo enfermo... Es la enfermedad del rico
insensato que pensaba vivir eternamente y también de
aquellos que se convierten en amos y se sienten superiores
a todos y no al servicio de todos''. </li>
<li><b>La enfermedad de "martalismo" (Marta), de la excesiva
operosidad:</b> es decir, de aquellos que están inmersos
en el trabajo, dejando de lado, inevitablemente,''la mejor
parte": Sentarse a los pies de Jesús. Por eso, Jesús
invitó a sus discípulos a "descansar'' porque descuidar el
necesario reposo conduce al estrés y la agitación. El
tiempo del reposo para aquellos que han completado su
misión, es necesario, es debido y debe tomarse en serio:
pasar un "tiempo de calidad ''con la familia y respetar
las vacaciones como un tiempo para recargarse espiritual y
físicamente; hay que aprender lo que enseña el Eclesiastés
que "hay un tiempo para todo". </li>
<li>'<b>'La enfermedad del endurecimiento mental y
espiritual:</b>.. Es la de los que, a lo largo del
camino, pierden la serenidad interior, la vivacidad y la
audacia y se esconden bajo los papeles convirtiéndose en
''máquinas de trabajo'' y no en "hombres de Dios"... Es
peligroso perder la sensibilidad humana necesaria para
hacernos llorar con los que lloran y se regocijan con los
que gozan. Es la enfermedad de los que pierden "los
sentimientos de Jesús". </li>
<li>'<b>'La enfermedad de la planificación excesiva y el
funcionalismo: </b>Es cuando el apóstol planifica todo
minuciosamente y cree que haciendo así, las cosas
efectivamente progresan, convirtiéndose en un contador o
contable...Se cae en esta enfermedad porque siempre es más
fácil y cómodo quedarse en la propia posición estática e
inmutable. De hecho, la Iglesia se muestra fiel al
Espíritu Santo en la medida en que no pretende regularlo
ni domesticarlo ... Él es la frescura, la fantasía, la
innovación ". </li>
<li><b>''La enfermedad de la mala coordinación</b>: Sucede
cuando los miembros pierden la comunión entre sí y el
cuerpo pierde la funcionalidad armoniosa y la templanza
convirtiéndose en una orquesta que hace ruido porque sus
miembros no cooperan y no viven el espíritu de comunión y
equipo''. </li>
<li><b>''La enfermedad de Alzheimer espiritual:</b> Es
decir, la de olvidar la "historia de la salvación" la
historia personal con el Señor, el "primer amor". Es una
disminución progresiva de las facultades espirituales...
Lo vemos en los que han perdido el recuerdo de su
encuentro con el Señor...en los que construyen muros
alrededor de sí mismos y se convierten. cada vez más. en
esclavos de las costumbres y de los ídolos que han
esculpido con sus propias manos''. </li>
<li>''<b>La enfermedad de la rivalidad y la vanagloria:</b>
Pasa cuando la apariencia, los colores de las ropas y las
insignias de honor se convierten en el principal objetivo
de la vida... Es la enfermedad que nos lleva a ser hombres
y mujeres falsos y a vivir una "mística" falsa y un falso
"quietismo". </li>
<li>'<b>'La enfermedad de la esquizofrenia existencial: </b>Es
la enfermedad de los que viven una doble vida, fruto de la
hipocresía típica de los mediocres y del progresivo vacío
espiritual que ni grados ni títulos académicos pueden
llenar. Se crean así su propio mundo paralelo, donde dejan
a un lado todo lo que enseñan con severidad a los demás y
empiezan a vivir una vida oculta y, a menudo, disoluta''<b>.</b><b>
</b><b> </b></li>
<li><b>''La enfermedad de las habladurías, de la
murmuración, del cotilleo</b>: Es una enfermedad grave
que comienza con facilidad, tal vez sólo para charlar,
pero que se apodera de la persona convirtiéndola en
"sembradora de cizaña "(como Satanás), y en muchos casos
en "asesino a sangre fría'' de la fama de sus colegas y
hermanos. Es la enfermedad de las personas cobardes que
por no tener valor de hablar a la cara, hablan a las
espaldas''. </li>
<li><b>''La enfermedad de divinizar a los jefes: </b>Es la
enfermedad de los que cortejan a los superiores, con la
esperanza de conseguir su benevolencia. Son víctimas del
arribismo y del oportunismo, honran a las personas y no a
Dios. Son personas que viven el servicio pensando sólo en
lo que tienen que conseguir y no en lo que tienen que dar.
Personas mezquinas, infelices e inspiradas sólo por su
egoísmo fatal''. </li>
<li><b>''La enfermedad de la indiferencia hacia los demás: </b>Es
cuando todo el mundo piensa sólo en sí mismo y pierde la
sinceridad y la calidez de las relaciones humanas. Cuando
los más expertos no ponen us conocimientos al servicio de
los colegas con menos experiencia. Cuando, por celos.. se
siente alegría al ver que otros caen en lugar de
levantarlos y animarlos''. </li>
<li><b>''La enfermedad de la cara de funeral:</b> Es decir,
la de las personas rudas y sombrías, que consideren que
para ser serios hace falta pintarse la cara de melancolía,
de severidad y tratar a los demás - especialmente a
aquellos considerados inferiores - con rigidez, dureza y
arrogancia. En realidad, la severidad teatral y el
pesimismo estéril son a menudo los síntomas del miedo y la
inseguridad en sí mismo''. </li>
<li><b>''La enfermedad de la acumulación:</b> Cuando el
apóstol busca llenar un vacío existencial en su corazón
acumulando bienes materiales, no por necesidad, sino
simplemente para sentirse seguro... La acumulación
solamente pesa y ralentiza el camino inexorablemente''. </li>
<li>'<b>'La enfermedad de los círculos cerrados: </b>Donde
la pertenencia al grupo se vuelve más fuerte que la del
Cuerpo y, en algunas situaciones que la de a Cristo mismo.
También esta enfermedad comienza siempre con buenas
intenciones, pero con el paso del tiempo esclaviza a los
miembros convirtiéndose en "un cáncer" que amenaza la
armonía del cuerpo y puede causar tanto daño - escándalos
- especialmente a nuestros hermanos más pequeños''. </li>
<li>'<b>'La enfermedad de la ganancia mundana, del
lucimiento: </b>Cuando el apóstol transforma su
servicio en poder, y su poder en mercancía para conseguir
beneficios mundanos o más poderes. Es la enfermedad de la
gente que busca insaciablemente multiplicar su poder y
para ello son capaces de calumniar, difamar y desacreditar
a los demás, incluso en periódicos y revistas.
Naturalmente para lucirse y demostrarse más capaces que
los otros''.</li>
</ol>
<p><br>
</p>
<p> “Hermanos – señaló Francisco -, tales enfermedades y
tentaciones son naturalmente un peligro para cada cristiano
y cada curia, comunidad, congregación, parroquia, movimiento
eclesial y pueden golpear a nivel individual y comunitario”.</p>
<p> Ante ello, aseguró que “solo el Espíritu Santo – el ánima
del Cuerpo Místico de Cristo, como lo afirma el Credo Niceno
Constantinopolitano: ‘Creo…en el Espíritu Santo, Señor y
vivificador-, sana toda enfermedad. Es el Espíritu Santo que
sostiene cada sincero esfuerzo de purificación y toda buena
voluntad de conversión. Él nos hace entender que cada
miembro participa en la santificación del cuerpo y a su
debilitamiento”.</p>
<p> “La curación – indicó Francisco- es también fruto de la
conciencia de la enfermedad y de la decisión personal y
comunitaria de curarse soportando pacientemente y con
perseverancia la cura”.</p>
<p> “Por lo tanto, en este tiempo de Navidad y todo el tiempo
de nuestro servicio y de nuestra existencia - a vivir ‘según
la verdad en el amor, intentando crecer en todo hacia aquel
que es la cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien
concertado, mediante la colaboración de todas las
coyunturas, según la energía propia de cada miembro, recibe
fuerza para crecer de manera de edificarse a sí mismo en la
caridad’''.</p>
<p> ''Una vez leí que los sacerdotes son como los aviones, son
noticia sólo cuando se caen, pero hay tantos que vuelan.
Muchos los critican y pocos rezan por ellos. Es una frase
muy simpática, pero también muy cierta, ya que describe la
importancia y la delicadeza de nuestro servicio sacerdotal y
cuánto daño puede causar un sacerdote que ‘cae’ a todo el
cuerpo de la Iglesia''.</p>
<p> “Por lo tanto, para no caer en estos días que nos
preparamos a la Confesión, pidamos a la Virgen María, Madre
de Dios y Madre de la Iglesia, que sane las heridas del
pecado que cada uno de nosotros lleva en su corazón y
sostenga a la Iglesia y a la Curia a fin de que seamos sanos
y resanados, santos y santificados, para la gloria de su
Hijo y la salvación nuestra y del mundo entero. Pidámosle
que nos haga amar a la Iglesia como la ama Cristo, su Hijo y
Señor nuestro, y de tener el coraje de reconocernos
pecadores y necesitados de su Misericordia y de no tener
temor de nuestra mano entre sus manos maternas”, concluyó.</p>
(Fuentes: VIS, Radio Vatican, ACI)<br>
<br>
Rezando por nuestro Santo Padre, en Alianza Solidaria con el,<br>
maria fischer<br>
<br>
<i>Anticipando el librito!!</i><br>
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