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<br>
<br>
<b>La predica de Francisco en Lampedusa</b><br>
<img src="cid:part1.07010107.02090206@schoenstatt.org" alt=""
height="166" hspace="12" vspace="12" width="250" align="right">Inmigrantes
muertos en el mar, por esas barcas que, en lugar de haber sido una
vía de esperanza, han sido una vía de muerte. Así decía el titular
del periódico. Desde que, hace algunas semanas, supe esta noticia,
desgraciadamente tantas veces repetida, mi pensamiento ha vuelto
sobre ella continuamente, como a una espina en el corazón que
causa dolor. Y entonces sentí que tenía que venir hoy aquí a
rezar, a realizar un gesto de cercanía, pero también a despertar
nuestras conciencias para que lo que ha sucedido no se repita. Que
no se repita, por favor.
<p>El Papa ha agradecido a los habitantes y a las autoridades de
Lampedusa su solidaridad con los inmigrantes y, entre ellos, ha
saludado a los musulmanes que hoy comienzan el ayuno del
Ramadán, diciendo “La Iglesia está a su lado en la búsqueda de
una vida más digna para ustedes y para sus familias”</p>
<p>“Esta mañana, a la luz de la Palabra de Dios que hemos
escuchado, me gustaría proponer algunas palabras que llamen a la
conciencia de todos, que lleven a reflexionar y a cambiar
concretamente ciertas actitudes”.</p>
<p>“Adán, ¿dónde estás?”: es la primera pregunta que Dios dirige
al hombre después del pecado. “¿Dónde estás, Adán?”. Y Adán es
un hombre desorientado que ha perdido su puesto en la creación
porque piensa que será poderoso, que podrá dominar todo, que
será Dios. Y la armonía se rompe, el hombre se equivoca, y esto
se repite también en la relación con el otro, que no es ya un
hermano al que amar, sino simplemente alguien que molesta en mi
vida, en mi bienestar. Y Dios hace la segunda pregunta: “Caín,
¿dónde está tu hermano?”. El sueño de ser poderoso, de ser
grande como Dios, en definitiva de ser Dios, lleva a una cadena
de errores que es cadena de muerte, ¡lleva a derramar la sangre
del hermano!.Estas dos preguntas de Dios resuenan también hoy,
con toda su fuerza. Tantos de nosotros, me incluyo también yo,
estamos desorientados, no estamos ya atentos al mundo en que
vivimos, no nos preocupamos, no protegemos lo que Dios ha creado
para todos y no somos capaces siquiera de cuidarnos los unos a
los otros. Y cuando esta desorientación alcanza dimensiones
mundiales, se llega a tragedias como ésta a la que hemos
asistido.”</p>
<p>“¿Dónde está tu hermano?”, la voz de su sangre grita hasta mí,
dice Dios. Ésta no es una pregunta dirigida a otros, es una
pregunta dirigida a mí, a ti, a cada uno de nosotros. Esos
hermanos y hermanas nuestras intentaban salir de situaciones
difíciles para encontrar un poco de serenidad y de paz; buscaban
un puesto mejor para ellos y para sus familias, pero han
encontrado la muerte. ¡Cuántas veces quienes buscan estas cosas
no encuentran comprensión, no encuentran acogida, no encuentran
solidaridad! ¡Y sus voces llegan hasta Dios!...He escuchado,
recientemente, a uno de estos hermanos. Antes de llegar aquí han
pasado por las manos de los traficantes, aquellos que se
aprovechan de la pobreza de los otros, esas personas para las
que la pobreza de los otros es una fuente de lucro. ¡Cuánto han
sufrido! Y algunos no han conseguido llegar”.</p>
<p>“¿Dónde está tu hermano?”. ¿Quién es el responsable de esta
sangre? En la literatura española hay una comedia de Lope de
Vega que narra cómo los habitantes de la ciudad de Fuente
Ovejuna matan al Gobernador porque es un tirano, y lo hacen de
tal manera que no se sepa quién ha realizado la ejecución. Y
cuando el juez del rey pregunta: “¿Quién ha matado al
Gobernador?”, todos responden: “Fuente Ovejuna, Señor”. ¡Todos y
ninguno! También hoy esta pregunta se impone con fuerza: ¿Quién
es el responsable de la sangre de estos hermanos y hermanas?
¡Ninguno! Todos respondemos igual: no he sido yo, yo no tengo
nada que ver, serán otros, ciertamente yo no. Pero Dios nos
pregunta a cada uno de nosotros: “¿Dónde está la sangre de tu
hermano cuyo grito llega hasta mí?”. </p>
<p><b>“Hoy nadie en el mundo se siente responsable de esto; hemos
perdido el sentido de la responsabilidad fraterna; hemos caído
en la actitud hipócrita del sacerdote y del servidor del
altar, de los que hablaba Jesús en la parábola del Buen
Samaritano: vemos al hermano medio muerto al borde del camino,
quizás pensamos “pobrecito”, y seguimos nuestro camino, no nos
compete; y con eso nos quedamos tranquilos, nos sentimos en
paz. La cultura del bienestar, que nos lleva a pensar en
nosotros mismos, nos hace insensibles al grito de los otros,
nos hace vivir en pompas de jabón, que son bonitas, pero no
son nada, son la ilusión de lo fútil, de lo provisional, que
lleva a la indiferencia hacia los otros, o mejor, lleva a la
globalización de la indiferencia. En este mundo de la
globalización hemos caído en la globalización de la
indiferencia. ¡Nos hemos acostumbrado al sufrimiento del otro,
no tiene que ver con nosotros, no nos importa, no nos
concierne!... La globalización de la indiferencia nos hace
“innominados”, responsables anónimos y sin rostro”.</b></p>
<p>“Adán, ¿dónde estás?”, “¿Dónde está tu hermano?”, son las
preguntas que Dios hace al principio de la humanidad y que
dirige también a todos los hombres de nuestro tiempo, también a
nosotros. Pero me gustaría que nos hiciésemos una tercera
pregunta: “¿Quién de nosotros ha llorado por este hecho y por
hechos como éste?”. ¿Quién ha llorado por la muerte de estos
hermanos y hermanas? ¿Quién ha llorado por esas personas que
iban en la barca? ¿Por las madres jóvenes que llevaban a sus
hijos? ¿Por estos hombres que deseaban algo para mantener a sus
propias familias? Somos una sociedad que ha olvidado la
experiencia de llorar, de “sufrir con”: ¡la globalización de la
indiferencia nos ha quitado la capacidad de llorar! En el
Evangelio hemos escuchado el grito, el llanto, el gran lamento:
“Es Raquel que llora por sus hijos… porque ya no viven”. Herodes
sembró muerte para defender su propio bienestar, su propia pompa
de jabón. Y esto se sigue repitiendo… <b>Pidamos al Señor que
quite lo que haya quedado de Herodes en nuestro corazón;
pidamos al Señor la gracia de llorar por nuestra indiferencia,
de llorar por la crueldad que hay en el mundo, en nosotros,
también en aquellos que en el anonimato toman decisiones
socio-económicas que hacen posibles dramas como éste”.</b></p>
<p><b>“Señor, en esta liturgia, que es una liturgia de penitencia,
pedimos perdón por la indiferencia hacia tantos hermanos y
hermanas, te pedimos, Padre, perdón por quien se ha acomodado
y se ha cerrado en su propio bienestar que anestesia el
corazón, te pedimos perdón por aquellos que con sus decisiones
a nivel mundial han creado situaciones que llevan a estos
dramas”.</b></p>
<br>
<hr size="2" width="100%"><span id="content2" style="color:
#282828; font:Verdana; text-align: justify; font-size:12px"><big><big><big>Queridos
amigos de schoenstatt.org,<br>
<br>
lo que puse en negrita a mi me parece algo dicho para
todos nosotros, abriendo dimensiones de la alianza
solidaria - sea con santuarios afectados por inundaciones
como Lourdes, sea con países y sus pueblos afectados por
terremotos, sea con miembros de nuestra familia de
Schoenstatt que sufren con enfermedades, con momentos de
dolor y de injusticia, sea con los pobres, los
inmigrantes, los sin techos, los niños de la calle ...
Alianza solidaria es oración, son donaciones, es ayuda
concreta al construir casas como ahora en Paraguay, a ir
al encuentro de las personas en la calle como en el
proyecto Encuentro en Madrid... y es algo que Francisco
destaca hoy en Lampedusa que es talvez el "alma" de
nuestra alianza solidaria: dejarse tocar, mover por el
dolor ajeno... hacerlo suyo y así hacerlo solidario...<br>
Cuando Francisco habla de la globalización de la
indiferencia, vamos nosotros, con y por el, a la
globalización de la alianza solidaria... como alma de la
cultura de alianza.<br>
<br>
</big></big></big></span>Los "Mensajes de Francisco a los
Peregrinos 2014" de esta semana van en la misma linea... <br>
<span id="content2" style="color: #282828; font:Verdana;
text-align: justify; font-size:12px"><big><big><big> </big></big></big></span>
<div class="NewsSummaryPostdate"> 2013-07-08 14:08:51 </div>
<div class="NewsSummaryLink"> Francisco a los peregrinos 2014 - <a
moz-do-not-send="true"
href="http://www.schoenstatt.org/es/news/3126/54/Para-tocar-al-Dios-vivo-solo-hay-que-salir-a-la-calle.htm">Para
tocar al Dios vivo solo hay que salir a la calle</a><br>
<br>
Y estos si se pueden difundir y usar - y cuentan, por favor,
como lo hacen para poder inspirar a otros...<br>
En los demás idiomas los habrá pronto...<br>
En alianza solidaria, junto al equipo de schoenstatt.org -<br>
maria<br>
</div>
<span id="content2" style="color: #282828; font:Verdana;
text-align: justify; font-size:12px"></span>
<hr size="2" width="100%"><br>
<pre class="moz-signature" cols="72"><b>Texto de la oración del Papa a María, Estrella del Mar</b>
</pre>
<p><i>Oh María, Estrella del Mar,<br>
una vez más recurrimos a ti,<br>
para encontrar refugio y serenidad,<br>
para implorar amparo y socorro.</i></p>
<p><i> </i></p>
<p><i>Madre de Dios y Madre nuestra,<br>
dirige tu dulcísima mirada<br>
a todos los que cada día afrontan los peligros del mar<br>
para garantizar a sus familias el sustento necesario para la
vida,<br>
para tutelar el respeto de la creación, para servir a la paz
entre los pueblos.</i></p>
<p><i> </i></p>
<p><i>Protectora de los migrantes e itinerantes,<br>
ayuda con atención materna a los hombres, mujeres y niños<br>
obligados a huir de sus tierras en busca de futuro y de
esperanza.<br>
Que el encuentro con nosotros y nuestros pueblos<br>
no se transforme en fuente de nuevas y más graves esclavitudes
y humillaciones.</i></p>
<p><i> </i></p>
<p><i>Madre de Misericordia,<br>
implora perdón para nosotros,<br>
que, cegados por el egoísmo,<br>
ensimismados en nuestros intereses<br>
y prisioneros de nuestros temores,<br>
estamos distraídos ante las necesidades y sufrimientos de los
hermanos.</i></p>
<p><i> </i></p>
<p><i>Refugio de los pecadores,<br>
obtén la conversión del corazón<br>
de los que generan guerras, odio y pobreza,<br>
explotan a los hermanos y sus fragilidades,<br>
hacen de la vida humana indigno comercio.</i></p>
<p><i> </i></p>
<p><i>Modelo de caridad,<br>
bendice a los hombres y mujeres de buena voluntad,<br>
que acogen y sirven a los que llegan a esta tierra:<br>
que el amor recibido y donado sea semilla de nuevos lazos
fraternales<br>
y aurora de un mundo de paz.</i></p>
<p><i> </i></p>
<p><i>Así sea</i></p>
<p><i> </i></p>
<br>
<pre class="moz-signature" cols="72">
</pre>
</div>
</body>
</html>